Manantial de Eliseo

El Manantial de Eliseo (también llamado la Fuente del Profeta y la Fuente de Eliseo) es una fuente de agua dulce cerca del montículo arqueológico de Tel Jericó, donde se encontraron restos de asentamientos que datan de aproximadamente 8,000 AC. Las personas que se establecieron aquí hace tanto tiempo lo habrían hecho para aprovechar el agua dulce que es muy escasa en el duro entorno del desierto justo al norte del Mar Muerto. La Fuente de Eliseo hace de Jericó un oasis o Ciudad de las Palmeras en un entorno por lo demás seco. El manantial perenne continúa produciendo abundante agua que tiene una temperatura de 26 ° C.

Eliseo Curó el Agua

Eliseo es un profeta venerado en el Islam, el Judaísmo y el Cristianismo, y por esta razón la fuente también se llama la Fuente del Profeta. Eliseo se menciona en Reyes II 2: 19-22 cuando la gente de Jericó se acercó a Eliseo y le dijo que la ciudad tenía una buena ubicación cerca del agua pero que ésta no era buena y que no podía irrigar la tierra. Eliseo pidió un frasco de sal que luego arrojó al agua diciendo que el agua se había curado y nunca volvería a causar la muerte o la tierra infructuosa. A partir de ese momento el agua fue pura.

Visitando la Fuente de Eliseo

Hoy en día, la Fuente de Eliseo se encuentra al otro lado de la carretera justo al este de Tel Jericó (Tel es-Sultan) y aproximadamente 2 km al noroeste de la moderna ciudad de Jericó. Los visitantes de Jericó pueden observar el manantial, que brota del suelo, cerca de la casa de bombeo de techo rojo y mirar hacia abajo el agua repleta de peces. La estación de bombeo proporciona agua a Jericó y los pequeños cursos de agua se redirigen a los campos para el riego. Otro punto de observación de la Fuente de Eliseo es el sitio de un estanque y una fuente alimentada por el manantial bajo la sombra de una higuera. Un hermoso letrero de azulejos detrás del manantial dice: "Jericó: la Ciudad Más Antigua del Mundo" y "Fuente del Manantial de Eliseo".