Muhraka, Muhraqa o Cuerno del Carmelo es el nombre de un monasterio Carmelita ubicado en la ladera sur del Monte Carmelo, a unos 27 km de Haifa a una altitud de 497 metros sobre el nivel del mar. Es aquí, en esta alta cordillera, que domina las colinas de la Baja Galilea, donde tuvo lugar la batalla o competencia Bíblica entre el profeta Elías y los profetas paganos de Baal.
Muhraka en la Biblia
El sitio se describe en Reyes I como el lugar donde Elías persuadió al rey Acab de que rechazara a los profetas paganos desafiándolos a una competencia para ver quién podía conjurar el fuego. Los profetas de Baal fallaron, pero Elías evocó con éxito el fuego del cielo sobre el altar, quemando el sacrificio, leña y piedra, y así el sitio ganó el nombre de “Lugar de la Quema”. Después de esto, los falsos profetas fueron expulsados río abajo y asesinados.
El Sitio Religioso de Muhraka
Desde el siglo 12 este sitio en el monte Carmel ha sido visitado por peregrinos Cristianos, Judíos y Musulmanes por ser el sitio del altar de Elías. Durante más de 100 años, el sitio ha sido propiedad de la Orden Carmelita y su monasterio lleva el nombre de su patrón, el profeta Elías. La capilla actual, construida en 1883, se construyó sobre una antigua estructura de Cruzados que marcaba el sitio del altar de Elijah. El altar de la capilla está hecho con doce piedras en referencia a las doce piedras utilizadas por Elías para construir su altar. También en el sitio hay una estatua de piedra blanca de Elías con su espada lista para matar a uno de los profetas paganos. El monasterio de Muhraka está rodeado por una reserva natural y ofrece vistas a la Llanura de Esdraelon, al sur de Galilea y al Arroyo Kishon. No lejos de aquí hay una serie de ruinas antiguas, incluidas Chirbet-ed-Dawabe y Sumaka, ambas de la era Bizantina. También cerca del borde occidental del Monte Carmelo se encuentra el Monasterio de Stella Maris, el cuartel general de las Carmelitas establecido en el sitio donde se cree que Elijah vivió y cerca de la Cueva de Elijah, donde se cree que meditó.
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